LA ESCUELA

La experiencia dice que la etapa escolar es un hito de relativa importancia, y que las familias suelen centrarse en esta época sin mirar más allá de ella. Cuestión hasta cierto punto comprensible ante la situación que se les presenta. Y máxime cuando desde la misma escuela, por muchas cuestiones, no se apoya a la familia todo lo que se debiera, al menos al principio, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas del trastorno.

De todos modos, es necesario ya desde el principio dejar bien claro que los problemas irán creciendo, conforme los chicos y chicas con TANV vayan progresando en las diferentes etapas escolares. Ya sean está la primaria, secundaria, bachillerato, Formación Profesional o incluso la Universidad. Todo esto, ha de quedar claro desde el principio.

El TANV va a afectar de una manera directa a las capacidades de aprendizaje de los niños y niñas en las diferentes etapas de su vida escolar. Las dificultades en psicomotricidad, en lo visoespacial, en las funciones ejecutivas y en el procesamiento simultáneo, etc.

David González Muñoz en su libro TANV. En el capítulo dedicado al aprendizaje en la escuela ya nos anticipa varias cuestiones que son muy importantes a tener en cuenta.

La primera es que nos recuerda que el niño o la niña con TANV, antes de nada, es miembros de un grupo social. Y si ese niño o niña no se integra o se adapta al grupo, poco se conseguirá de cara a que sus potencialidades exploten adecuadamente en el aprendizaje del mismo.

Y lo segundo, una serie de factores que van a influir en el bajorendimiento del alumno o alumna con TANV. Entre ellos, cabe de destacar la misma evolución del trastorno, que es más detectable en secundaria que en primaria.

Otro factor es el buen desarrollo del lenguaje que, a veces, hace que no se llegue a comprender que ese mismo alumno tenga dificultades escolares.

De todos modos, el espectro del trastorno es muy grande y cada niño lo sufre de diferente modo.

El TANV y los aprendizajes instrumentales.

LECTURA

En lo relacionado con la escuela y en particular con la lectura, nos vamos a encontrar con un punto fuerte y un punto débil, según se estudia en el modelo de Rourke para el TANV.

La mecánica lectora es el punto fuerte, ya que aquí intervienen las habilidades fonológicas y la memoria verbal. Sin embargo, el punto débil será la compresión lectora. Puesto que comprender un texto no es solo recordar datos leídos en el mismo, sino que se ha de hacer abstracción de ideas.

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ESCRITURA

A la hora de escribir, los déficits motores y visoespacial repercuten de una forma importante en la escritura. Sobre todo a la hora de sujetar el lápiz, en la aplicación de la fuerza necesario, para la escritura, a la hora de recordar los patrones motores propios de cada letra, y el control “motriz” mientras se escribe.

Por otro lado, a la hora de escribir también se verán afectados la planificación, la redacción y la revisión de los textos. Esto último se apreciará mucho más en secundaria.

MATEMÁTICAS

La habilidad aritmética es un punto débil del trastorno y se empieza a evidenciar a partir de los ocho años.

De hecho, los niños TANV, suelen empezar el aprendizaje matemático en clara desventaja con sus compañeros, sobre todo debido a esas limitaciones explorativas, manipulativas y visoespaciales que sufren con el trastorno.

Las mayores dificultades matemáticas son en la resolución de problemas, en las unidades de medida, las horas, etc.

LA DESMOTIVACIÓN DEL ALUMNO TANV

Los alumnos TANV, pueden correr el riesgo de que, en cualquier momento, entren dentro del peligroso “círculo” de la desmotivación.

Círculo que por una serie de circunstancias (suspensos, malas notas, criticas por parte de los padres y profesores, etc.) les va a arrastrar a entrar en una dinámica desmotivarte y como consecuencia de ello, llegarán a abandonar la asignatura, el curso, el módulo, etc.

Padres y profesores, hemos de ser capaces de detectar las señales  para evitarlo en la medida de lo posible.

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